martes, 30 de octubre de 2012

Festejar el Empate

Es hora de romper con otro mito, sacarnos las caretas y reconocer, de una vez por todas, que el empate, según las circunstancias del caso, SI se festeja.
¿Tan deshonroso es reconocerlo? Si en la práctica todos lo hacemos, sin distinción de club. Adelantando mi conclusión, creo que lo lamentable es ir a buscar un empate desde el minuto 0, y luego sentirse realizado al conseguirlo, aunque así y todo también es discutible, si la diferencia entre ambos equipos es muy marcada, pero como ahí la cuestión es mucho mas extrema,  excede el objeto de esta nota.
Muy diferente es el caso del empate agónico, en el cual uno ya resignó la posibilidad de ganar el encuentro por el trámite adverso del partido, y cuando es cuestión de minutos para que se concrete la derrota, uno rescata un punto, como si se hubieran escuchado las plegarias que uno le reza hasta a un Dios ajeno, y le saca dos puntitos del bolsillo al rival. Uno recupera algo de su dignidad futbolística, porque al menos en el resultado, el rival ya no lo va a estar mirando desde arriba, en fin, no se podría decir que el lunes uno va a entrar a la oficina, colegio, etc, con el pecho inflado, pero al menos el autoestima va a estar intacto, y las bromas que ya tenían preparadas imaginariamente en su cabeza nuestros amigos del club rival, quedarán encerradas en el mundo de las suposiciones.
Por el principio del paralelismo de las formas, si hay un rival que está sufriendo por el empate, tiene que haber otro del equipo contrario, que lo está gozando. Es lógica la cara de amargura en los hinchas de River, que ya lo tenían cocinado y de repente como se dice vulgarmente, "le escupieron el asado", y por otro lado, totalmente normal que Boca festeje el empate consecuente de un gol agónico, impensado diez minutos antes!
Vamos che! Cuando uno encuentra en un bolsillo de un pantalón o una mochila dinero, que ya habíamos olvidado que se encontraba guardado allí, es casi inevitable y automático evitar sentir un mínimo de alegría. Si bien, efectivamente nuestro patrimonio no se incrementó en un solo peso, uno tiene la sensación de haber ganado algo, porque también es indudable que uno ya no contaba con esa plata, como tampoco en un partido uno ya cuenta con el empate, al faltar unos minutos para que termine el partido. Si se tiene la esperanza, pero no nos confundamos, los partidos no se empardan siempre en los últimos minutos, lo normal y lo que sucede habitualmente, es que si uno va a perdiendo y ya no queda mas que lo que adicione el árbitro, el resultado normalmente permanece inmutable, lo único que se tiene hasta el momento del gol es una derrota.
Sin que se me caiga ningún anillo, reconozco haber festejado empates, por sus situaciones especiales, como el gol de Loeschbor en cancha de Independiente (que se aprecia en la foto), cuando el partido ya moría, lo recuerdo mucho mas que otros empates mas recientes, y por algo será, las circunstancias del caso evidentemente no son las mismas en uno que en otro caso. ¿Cómo puede ser que aún recuerde como el "Chelo" Delgado hizo aquél gol de tres dedos que parecía imposible? Si, fué un empate, pero algo tendrá porque yo tenía 10 años cuando sucedió esto y lo recuerdo como si fuera ayer la manera en que se festejó, como se querían matar los del rojo, y no me avergüenzo en los mas mínimo de contarlo.
Boca, festeja, no haber perdido a pesar no haber hecho mucho para terminar de esa forma, prolongar las frustraciones de su clásico Rival, seguir sumando puntos para la clasificación a la próxima libertadores, no bancarse las cargadas del lunes, todas situaciones que de un momento para el otro se recuperaron, cuando se estaba por quebrantar hasta el último optimista. Es motivo para festejo, una alegría medida, por cierto, pero alegría al fin.
En puntos están iguales, eso es indudable, pero la sensación se vive de forma distinta. No entiendo a quienes niegan esto, y se justifican, diciendo que lo que festejan es otra cosa, como únicamente prolongar el sufrimiento rival, eso no se duda, pero eso se sabe de antemano de la misma manera que se sabe que puede pasar si se empata. Proponerse per sé, ese objetivo, no es muy honroso, porque es equivalente a conformarse con un empate aunque no se den cuenta al hacer tal afirmación. Lo que lo hace diferente efectivamente, son las circunstancias del caso, que hacen que uno en forma moderada pero inevitable, se alegre, por el empate y sus efectos, y por el contrario, otro se amargue por lo mismo.
Igualmente, hay tener cuidado, porque este tipo de empates, en definitiva no son una victoria, y aunque en el sabor pueden ser similar, si uno no es consciente de la diferencia, muchas veces termina siendo un arma de doble filo
Que el árbol no tape el bosque, este resultado favorece mas que a Boca, a otros equipos que hace tiempo vienen haciendo las cosas bien, y a quienes les conviene que se mantenga es status quo con Boca y River compitiendo por pequeñeces.

Ro!

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